Hace días que se oye persistente e insistentemente a la plataforma de "AVE por el Litoral" quejándose de que el tren de alta velocidad pase a escasos metros en planta de los cimientos del Templo de la Sagrada Familia (aunque a 41 metros bajo el suelo). Este colectivo de personas, a quienes les han insistido desde hace meses que va a haber una tragedia sin precedentes si pasa por ahí el tren bólido, ya ha terminado su trabajo. Han hecho toda la presión necesaria para que, acongojando a los políticos aún más a raíz del hundimiento de un área del barrio del Carmel, se hayan puesto todos los recursos económicos necesarios para evitar que haya problemas.
Ya hay suficiente, por favor. Me consta que ha habido influencia de ciertos partidos sobre algunos de los responsables de esta plataforma que, además, sólo ha contado con unas pocas decenas (alguna centena, como mucho) de participantes en las numerosas concentraciones que han convocado semanalmente. Sin embargo, los políticos son hábiles, y por tanto no culpo a los ciudadanos que, a ciegas, creen a quienes les insinúan que sus viviendas y su seguridad están en peligro.
Mucho más delito tiene le Junta Constructora del Templo. El 'cabecilla', Joan Rigol (expresidente del Parlament de Catalunya), dijo anteayer que si no se modificaba el trazado harían que decidiera un juez. ¡Sí, señor! Un juez, que conoce al dedillo los artículos, va a tener que pedir más dictámenes (ya hechos por el consistorio) para así tomar una decisión técnica, con muchísimo menos criterio que la de un comité de expertos, ¿verdad? ¿Saben los lectores de este blog que la Sagrada Familia no tiene permiso de obras? Se escudan en un silencio administrativo de finales del siglo XIX. Hablemos del poder adicional que les otorga la Iglesia frente a los demás ciudadanos: hace unos años, los vecinos denunciamos que el taller donde tallan la piedra superaba los niveles permitidos de ruido, y que empezaban a trabajar a las 7 de la mañana. Por supuesto nadie les ha multado o dado un toque de atención.
Es indudable que, con esta actitud, lo único que se va a conseguir es que se retrase, no que se evite, la construcción del túnel subterráneo. Y en su afán de protagonismo, van a conseguir que el AVE cruce Barcelona en el 2020, y que los turistas se lleven una imagen indeseable e irreal de la ciudad.
Están tirando piedras sobre su propio tejado. Hay informes que constatan que el daño que hace al suelo la construcción de la nave central del templo (que ha de ser mucho más alta que la actual) es mucho mayor en comparación con las medidas de precaución que se están tomando para la construcción del tunel del AVE. Además, puesto que no se va a modificar el trazado de la linea del tren, están consiguiendo que, una vez construído, muchos turistas dejen de visitar la Sagrada Familia por miedo. Y eso es ciertamente lamentable. Es más: no tiene sentido. Yo juraría que aquí no hay visión arquitectónica o de ingeniería: lo que hay es un conflicto de intereses y poder, sea político o eclesiástico. Me da igual cuál. Lo que me interesa es la Arquitectura de Gaudí. Y hay grandes profesionales de la Arquitectura trabajando en el templo en estos momentos.
viernes, 20 de julio de 2007
Sagrada Familia de Gaudí: otra visión
Publicado por dias_de_arquitectura a las 9:46
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